muerte digna
la eutanasia
Hablaré en todo momento de eutanasia
y no de muerte digna. Esta última expresión traduce la ortotanasia muerte
natural de un enfermo desahuciado sin prolongar su vida y su agonía con
medicamentos con un origen más religioso y una amplitud conceptual excesiva.

Dejando
de lado la etimología, por eutanasia se entiende en nuestros días la decisión
libre de que le quiten la vida a uno si se dan las siguientes condiciones:
intenso dolor o sufrimiento, irreversible enfermedad cercana a la muerte y
carencia de alternativa alguna; y se discute hoy si entre tales condiciones
habría que incluir el cansancio vital. La eutanasia, para ser tal y además de
lo dicho, debe estar claramente argumentos más que son, tal vez, los más
conocidos, pero intentaré ampliarlos o matizarlos.
Son los
siguientes: la libertad, el dolor y la propia imagen. Suponemos que somos
libres y, como tales, salvo patologías que la anulen, pensamos que los otros
son libres y, por tanto, responsables. Las neurociencias, sin embargo, están
reduciendo la libertad al mínimo. En este sentido, si se duda de la libertad
del paciente, otro tanto habrá que hacer del profesional de la salud. Y si se
añade que el estado del paciente reduce casi a cero su capacidad de decisión,
digamos que, como en el amor, veces una situación extrema incluso da más lucidez.

samantha bravo
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